Una noche de caos y confusión, de futuros y pasados arrastrándose en distintas direcciones, y en su clímax un gol de pura catarsis. Camisetas de fútbol Portugal baratas, una de las favoritas del torneo, se aleja: un gol furtivo del joven de 21 años Francisco Conceição sella la victoria en el primer minuto del tiempo añadido y subraya la fuerza del banquillo a disposición de Roberto Martínez.
También fue una especie de redención para Martínez, un entrenador que sabe que tendrá que desprenderse del pasado de Portugal si quiere desprenderse del suyo propio. Quizás injustamente difamado como el hombre que heredó la generación dorada de Bélgica y no ganó nada, Martínez ha recibido ahora en herencia una nueva galaxia de cosas brillantes y resplandecientes. En última instancia, sin embargo, el bochorno de Portugal demostró ser más lo segundo que lo primero.
Conceição y Pedro Neto entraron en juego en el minuto 90 y se combinaron para marcar en el 91′. Junto con la pareja parisina formada por Nuno Mendes y Vitinha -ambos excelentes-, estos jugadores representan el futuro de Portugal. Pero pasar página es más fácil decirlo que hacerlo, y si esta fue una noche que allanó el camino de Portugal hacia los octavos de final, también añadió una capa de complejidad al eterno enigma de Cristiano Ronaldo.
Cinco disparos y ningún gol fue el balance del capitán portugués. Y ahí radica el quid de la cuestión, el alfa y el omega de la elección de uno de los futbolistas más controvertidos del mundo. Marca o no marca. Y con el mayor de los respetos a la Saudi Pro League, aquí encontró en los enérgicos y rígidos checos un escalón de calidad. Ya no domina físicamente. El salto prodigioso ya no existe. El remate carece de su veneno de antaño. Incluso un lanzamiento de falta en la segunda parte llegó mansamente a las manos de Jindrich Stanek.
El problema de convertirlo todo en el espectáculo de Ronaldo es que sus compañeros, sintiendo su propia perifericidad, empiezan a ceder y a aflojar un poco. Jugadores como Bernardo Silva, Bruno Fernandes, Rafael Leão y Diogo Jota, que necesitan la libertad de agarrar el partido por las solapas. En un momento de la segunda parte, Bernardo dispuso de una gran oportunidad para disparar, pero prefirió centrar a Ronaldo, que no llegó al balón.
Y al final Portugal necesitó un poco de fortuna y un poco de carácter para dorar su dominio de la posesión y de los disparos: ir por detrás en el marcador hasta el gol de Lukas Provod y tener que remontar.
Martínez habló después de su “increíble personalidad”, y los portugueses saldrán fortalecidos de esta experiencia, de esta prueba épica bajo una lluvia épica, de esas que ponen un poco más de jugo al balón y confieren a toda la ocasión una agradable calidad cinematográfica.
Fue duro para la República Checa, tan cerca de lo que habría sido un punto heroico hasta que una férrea defensa cedió calamitosamente en el último suspiro. El gol en propia meta de Robin Hranac había permitido a Portugal volver a meterse en el partido, y ahora, al centrar Neto, se le atascaron los pies, y el balón suelto botó perfectamente para que Conceição rematara. Los portugueses, robustos y bien organizados, habían resistido magníficamente la presión de Portugal, sus ordenados intercambios, los innumerables centros para que Ronaldo atacara. Sin embargo, dos rebotes de balón acabaron con ellos.
Pero durante siete valiosos minutos estuvieron por delante. Portugal tardó en reaccionar a un balón suelto junto a su propio banderín de córner; el centro de David Doudera encontró a Vladimir Coufal, que tocó para Provod, cuyo disparo con efecto desde 22 metros fue el último de una serie de brillantes disparos lejanos en este torneo. Camisetas de futbol Portugal niños saboreó brevemente su propia mortalidad, se preguntó en silencio si éste iba a ser uno de esos torneos. Pero, sobre todo, no se dejó llevar por el pánico.
Y Martínez jugó bien una buena mano. Leão, desaparecido del partido y sancionado por un patético piscinazo en la primera parte, fue sustituido por Jota, lo que a su vez permitió a Mendes correr con más libertad por la izquierda. Fue el cabezazo de Mendes el que creó la confusión a partir de la cual Stanek desvió el balón ante Hranac para marcar el gol del empate en propia puerta. A falta de pocos minutos para el final, Jota remató de cabeza al poste.
Se desató el pandemónium, una melé en la boca de gol cuando Jota trató de agarrar el balón para celebrar su embarazo, y el gol fue finalmente anulado por fuera de juego de Ronaldo.
Pero cuando el tiempo se agotaba, un error de Hranac dio entrada a Conceição, confirmando la afirmación de Martínez de que “lo importante no es el once inicial, sino el once final”.
A veces hipnotizaban, otras eran un poco confusos, una especie de anti-Inglaterra en su visión radicalmente diferente de cómo acomodar una plantilla de exuberantes talentos ofensivos.
No se les encaja en un sistema, se les convierte en el sistema, se les permite intuir y reaccionar y utilizar su inteligencia futbolística innata para trazar su camino a través del juego”. Pateador En cierto modo, Martínez ha apostado todo su legado por estos jugadores. En este caso, le han salido bien.
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